Es un cuadro con mucha carga emocional para mí, nació al ver en el delta de Okavango, en Botswana, a una mujer que llevaba los bultos y alimentos en su barca. Me llamó la atención la destreza con la que dirigía la embarcación. La idea al empezar fue esa, pero al estar pasando por mi segundo divorcio, el planteamiento de lo que pintaba fue cambiando ante el dolor que sentía.
Ante una pérdida y decepción profunda lo primero que vivimos es un estado de shock, no asimilamos lo que está pasando por eso el primer cuadro lo pinté en blanco y negro, todo pierde color.
El segundo cuadro representa esos momentos cuando el mundo se te cae en pedazos, te sientes en carne viva, sientes que vas a morir y no puedes más. Los colores elegidos fueron rojo, negro, amarillo y aguas movidas. Si notan, en el cielo no hay zonas blancas color que omití ya que para mí es la representación de la esperanza.
El tercer cuadro lo pinté en azul y verde, colores fríos que alejan. En el aspecto emocional, luego de tanto dolor, sientes que va llegando la resignación y empiezas a tener esperanzas de que en algún momento va a terminar ese sentimiento y vemos el agua en calma.
El cuarto cuadro representa el día en que sin darte cuenta te levantas, sonríes y vuelves a ver la belleza y los colores del mundo que te rodea. Tú diriges tu barca hacia la luz.
140X140 CM
Óleo sobre lienzo