Cuando era niña salíamos ,en la clase de entomología , a los alrededores del colegio a recolectar muestras. Desde aquellas épocas verlas volando me llenaba de alegría. Es imposible no pararme a observar ese azul metálico reflejando la luz destacando aún entre una vegetación tan exuberante y de un verde intenso.
Ya de adulta al recorrer mi país, ya sea en Yasuni o en las montañas, Mashpi, la alegría y la admiración que me producen siguen siendo igual.
150x70cm
Óleo sobre lienzo