Hay imágenes que no piden permiso para entrar, las veo y algo dentro de mí se mueve, así paso con una foto de Mangahurco y los Guayacanes florecidos. Esta obra nació de una foto tomada por Manuel Avilés, fotógrafo guayaquileño, excelente ser humano y mi gran amigo. Casi lo hice de una sola sentada, la energía de los amarillos, magenta y violeta fluían.
80x100cm
Óleo sobre lienzo
COLECCIÓN PRIVADA