He disfrutado del mar desde pequeña, lo tengo asociado a recuerdos muy bellos. Me he relacionado a él de diferentes maneras conforme ha pasado el tiempo, de niña solo bañandome en su orilla y luego buceando. Yates, lanchas, veleros han sido los medios para llegar a los lugares de buceo pero sin lugar a dudas, navegar sin el ruido del motor es especial. Sentir la brisa en la cara, mientras escucho el sonido del agua y ver las velas hincharse me llenan de una sensación de libertad que me hacer volver una y otra vez a hacerlo.
100x 140cm