Cuando terminé de pintar esta obra estaba tan emocionada que lloré. Nunca había sentido tanta necesidad de ver el cuadro terminado. Me sentía como una hoguera necesitando más leña, me consumía.
Es increíble observar y escuchar las distintas reacciones que tienen las personas ante las serpientes, unas las rechazan de plano por el temor que les tienen mientras otros, como yo, ven más la historia y la simbología de ellas.
100x135cm
Óleo sobre lienzo