Hace algunos años una canción me llevó a Lisboa ...
Me enamoré de esa ciudad. De sus cielos, sus azulejos, sus adoquines, su arquitectura, los electricos, su idioma pero sobre todo de su gente alegre, amable y siempre prestos a ayudar.
En esta obra, abracé al color amarillo, si cierro los ojos y pienso en Lisboa veo sus casas amarillas, celestes, rosadas tan pintorescas.
60x80 cm
Óleo sobre lienzo